¿QUÉ ES LA IGLESIA DE CRISTO?
Por Fernando Mata
Objetivo de la lección
Que los estudiantes comprendan, con base en la Biblia, qué es la iglesia de Cristo, quién la fundó, a quién pertenece, y quiénes la conforman, entre otros tópicos.
Introducción
Hoy en día muchas personas usan la palabra iglesia con diferentes significados: algunos piensan que es un edificio, otros que es una denominación o una institución humana.
Pero cuando abrimos la Biblia, descubrimos que la iglesia no es una organización creada por hombres, sino una familia espiritual establecida por Cristo mismo, comprada con su sangre y guiada por su Palabra.
1. La iglesia pertenece a Cristo
“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”
(Mateo 16:18)
Jesús dijo claramente: “edificaré mi iglesia”.
No dijo “nuestras iglesias” ni “la iglesia de Pedro”, sino “mi iglesia”.
Esto muestra propiedad y autoridad. La iglesia le pertenece a Cristo porque Él la fundó.
Nadie más tiene derecho de establecer otra iglesia o de cambiar lo que Cristo estableció.
Solo Cristo tiene autoridad para decidir cómo debe ser su iglesia, qué debe enseñar y cómo debe vivir.
2. La iglesia se compone de los salvos
“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas...
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
(Hechos 2:41, 47)
Aquí vemos cómo nació la iglesia:
Los que oyeron y creyeron el mensaje del evangelio fueron bautizados, y el Señor mismo los añadió a su iglesia.
Nadie puede “unirse” por decisión propia: es Dios quien añade a los salvos.
La iglesia no es un club ni un grupo religioso más; es el cuerpo de los redimidos.
No se entra a la iglesia por inscripción ni membresía humana, sino por obediencia al evangelio y por el bautismo en Cristo (Gálatas 3:27).
3. Cristo compró la iglesia con su sangre
“Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos,
para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”
(Hechos 20:28)
Este pasaje muestra el valor supremo de la iglesia:
No fue comprada con dinero, poder o influencia, sino adquirida con la sangre del Hijo de Dios.
Esto significa que la iglesia es sagrada, y debemos cuidarla, respetarla y vivir en ella con reverencia.
La iglesia vale tanto como el precio que Cristo pagó: su vida misma. Por eso no debemos tomarla a la ligera.
4. La iglesia es la casa de Dios
“Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios,
que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.”
(1 Timoteo 3:15)
Pablo enseña que la iglesia es la casa de Dios, es decir, su familia espiritual (Efesios 2:19).
En una casa hay orden, respeto, amor y obediencia.
Así también en la iglesia debe haber conducta santa y fidelidad a la verdad.
“Columna y baluarte de la verdad” significa que la iglesia sostiene y defiende la Palabra de Dios.
Su tarea principal no es entretener, sino enseñar la verdad del evangelio.
Ser parte de la iglesia es ser miembro de la familia de Dios; por eso debemos comportarnos como hijos obedientes y fieles.
5. Cristo es la cabeza de la iglesia
“Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia.”
(Colosenses 1:18)
Cristo no solo fundó la iglesia: Él la dirige.
La iglesia es su cuerpo, y Él es la cabeza.
No hay otra autoridad sobre ella (ni papa, ni concilio, ni organización humana).
La cabeza guía, ordena y da dirección.
Por tanto, todo lo que la iglesia haga debe estar sujeto a la voluntad de Cristo expresada en Su Palabra.
Cuando la iglesia obedece a Cristo, el cuerpo se mantiene sano, unido y fuerte.
6. Las iglesias locales son referidas en la Biblia como iglesias de Cristo, entre otras formas
“Os saludan todas las iglesias de Cristo.”
(Romanos 16:16)
En el tiempo del Nuevo Testamento no existían denominaciones.
Todas las congregaciones fieles eran, sencillamente, iglesias de Cristo, porque le pertenecían a Él.
No había nombres humanos ni divisiones doctrinales.
Hoy debemos aspirar a lo mismo: ser simplemente cristianos, miembros de la iglesia que Cristo estableció, guiados por la misma enseñanza apostólica.
El término “iglesia de Cristo” no es una etiqueta denominacional, sino una declaración de identidad y pertenencia al Señor Jesús.
Conclusión
La iglesia de Cristo no es una organización humana, sino el cuerpo de los salvos, la familia espiritual de Dios, fundada por Cristo, dirigida por Él y sostenida por Su verdad.
“Un Señor, una fe, un bautismo.” (Efesios 4:5)
Ser parte de la iglesia de Cristo es el mayor privilegio que un ser humano puede tener.
No se trata de un edificio ni de un nombre, sino de una relación viva con el Salvador que nos compró con Su sangre.
Aplicación práctica
Examina si realmente eres parte de la iglesia a la que Cristo añadió a los salvos.
Agradece a Dios por haberte hecho miembro de Su familia espiritual.
Comprométete a cuidar la pureza, la unidad y la fidelidad de Su iglesia.
Vive de tal manera que otros vean en ti lo que significa pertenecer a la iglesia del Señor.
Fernando Mata
Lic. en Psicología · Mtro. en Educación
Predicador de iglesia de Cristo
Creador de Formación Bíblica Integral
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